Las ruedas motrices son aquellas que reciben la energía del motor a través del sistema de transmisión para mover el vehículo. Por lo tanto, son las que giran cuando aceleramos para impulsar el coche hacia adelante o hacia atrás.
En la mayoría de los coches, las ruedas motrices se encuentran en la parte delantera o trasera del vehículo, aunque también hay modelos con tracción a las cuatro ruedas o tracción integral, en los que todas las ruedas son motrices.
Dependiendo su número, cuando el coche tiene dos ruedas motrices, ya sean delanteras o traseras, se denominan 4×2 y cuando tiene cuatro se denomina 4×4.
El número y la ubicación de las mismas tiene un impacto en el comportamiento del coche y en cómo se maneja en distintas condiciones de carretera. Por ejemplo, los modelos 4×2 con tracción trasera (RWD) suelen tener un comportamiento más deportivo y pueden ser más fáciles de hacer sobrevirar en situaciones de conducción agresiva.
Por otro lado, los modelos con tracción 4×2 delantera (FWD) suelen ser más estables y fáciles de conducir en condiciones de carretera normales, pero suelen tener más tendencia a subvirar.
Por último, los automóviles con tracción integral ofrecen una mayor tracción y estabilidad en todo momento, lo que los hace ideales para conducir en condiciones de clima extremo o en terrenos difíciles.
Cabe mencionar que hay modelos 4×4 permanentes denominados AWD o modelos conectables, denominados 4WD. Estos últimos funcionan normalmente con el sistema de tracción 4×2 pero tienen la opción de cambiar a tracción integral cuando sea necesario.